Las cartas elegidas se publican sin correciones, tal cual son recibidas.

Querido caminante:
El ser humano tiene la mala costumbre de ponerle nombre a todo, de medir las cosas, de encasillarlas, de analizarlas al punto tal de volverlas de simples a complejas, o bien desecharlas.

Si pudiéramos sabernos lo suficientemente sabios y entender que la soledad es un nombre vacío que creamos. Si pudiéramos interpretar que las distancias y los tiempos no existen.
Vasta buscar en el interior del alma para tenernos presente en cada instante y saber que los seres que amamos están dentro nuestro.

Si tuviera que medir los tiempos no lo haría con un reloj, aun el segundero me hablaría de pasado, de presente y de un futuro no muy lejano. Lo mediría con los latidos del corazón, los que se apaciguan al escuchar una música suave y estremecen ante una dulce mirada, los que se transforman en un motor incontrolable a la entrega profunda de las almas, los que desbordan el pecho en un éxtasis atemporal.
Prefiero que sea así, sin medidas que le pongan un final, sabiendo que son momentos eternos, hasta que el propio corazón conocedor de nuestra alma deje de latir.

No me jacto de saberme merecedora de una bolsa de felicidad, tal vez me acostumbré a dar y no a recibir. Pero tus palabras hacen que me sumerja en mi interior, reconociendo que revivieron las cosas más puras que la rutina adormeció, endureciéndome.

Caminante estás seguro que tu camino llegó a su fin?
En cuanto a mí, solo cerraré los ojos esperando que entre una fresca brisa renovándome, y al abrirlos, encontrarme con la respuesta de que alguien está dentro mio y saber que no estoy sola. Así tal vez prosiga mi camino.
Nota: No puedo reírme de los sueños de los demás, pues recién les estoy dando alas a los míos

Mutual APREPA
Rosario - Argentina


Estimado Ajenjo (amargo, por qué?), muchas gracias por su carta, gracias por incluirme en el listado de grupo de lectores (no me encontré), al ingresar a ella, no tuve inconvenientes ingrese con rapidez, aproveche y me inscribí, de paso le deje un mensajito para ADAN, no se como funciona esto, Ud. selecciona lo que va a ser puesto en la WEB?. El mensajito fue breve, tanto que me olvide poner lo principal, contarle a Adán que la cría del año pasado ya se independizó, formará su propia familia y la Castora, ya tuvo su nueva prole. (fue solo una prueba, para ver como funcionaba).
Mi nombre también es un seudónimo, lo uso para escribir y para comunicarme a través de INTERNET, creo que es por seguridad, o por temor.
Con respecto a lo que le escribe a Marina, creame no tengo dudas, es muy claro, me resulta muy familiar su forma de escribir. (será que todos los románticos nos parecemos?)
La moraleja de los tres caminantes, digamos que me gusto, porque es el tipo de literatura que leo habitualmente, me gusta todo lo que deje alguna enseñanza, sobre todo, los que hablan de la conducta, los sentimientos y el comportamiento humano.
No se sienta desalentado por esas personas que creen que ser romántico, sentir, es cursi, yo creo que hay cosas que jamás pasaran de moda. Mi madre siempre nos decía a mi hermano y a mí "Hay una cosa que siempre nos diferenciará de los animales, ellos se aparean por instinto a nosotros nos une el amor". Hoy sé que tuve una madre sabia.
Cuando tenía cinco años, mis padres me leyeron "El Principito" por primera vez, yo estaba en cama, tenía Sarampión. Lo leo una vez por año, en el mes de diciembre, desde que se fueron, es como tenerlos conmigo, más cerca, para que el árbol no este tan solo, es como un ritual.
Todos estos recuerdos se avivaron en mí cuando lo imagino sentado al lado de Lisa leyendole, tal vez, ella no pueda hablarle, ni decirle: "Papi leeme esa página otra vez"... pero en un cajoncito muy pequeñito de su cerebro, está archivado cada punto, cada coma de su lectura. Tal vez un día le de una gran sorpresa y un día cuando Ud. esté tirado en la cama agotado por el cansancio y el paso de los años, con los ojos entornados, una hermosa jovencita se pare a su lado y le diga: "Papi queres que te lea algo para que te duermas?"...
Creame fui testigo de muchos milagros y perdoneme si estoy siendo indiscreta. Solo le pido que no se rinda. Algún día le contare cuentos tomados de la vida real.
Afectuosamente,

Eva Cruz

Argentina


ajenjo@cartasdelalma.com